La decisión unilateral, tal como ha sido interpretada por internacionalistas y respaldada por el Canciller peruano González-Olaechea, respecto a la solicitud de visas a ciudadanos peruanos hacia México y viceversa podría estar generando un nuevo marco en las relaciones comerciales y turismo entre ambos países. La respuesta de Perú se ajusta a lo que en práctica diplomática se conoce como reciprocidad, y aunque Cancillería ya conocía la posición de México frente a Perú, bastó la formalización de Perú mediante el Decreto Supremo N° 011-2024-RE, y aún contemplando escenarios de protección, esta genera una afectación a la buena fe, ya que los sistemas se encuentran colapsados.
La exención para el visado a peruanos se dio en el año 2012, y la condición era estar en México por un período hasta por 180 días como visitante sin permiso para realizar actividades remuneradas. Sin embargo, el planteamiento técnico expuesto por México es la búsqueda de flujos migratorios seguros, ordenados y regulares, aunque esto pueda interpretarse como una discrepancia frente a lo que representa la Alianza del Pacífico, para la circulación de personas y bienes, de la cual ambos países son miembros. La Alianza del Pacífico cumpliendo un rol de integración en América Latina, actualmente se ha visto «aparentemente» ideologizado y politizado y una posición como la de México frente a Perú perjudica el espíritu de la integración.
La preocupación expresada por México para justificar esta decisión es la inconsistencia que han hallado en la documentación de algunos peruanos, siendo esto la motivación principal para pronunciarse con la respuesta técnica por los cerca de aproximadamente 20,000 peruanos que esperan por cruzar la frontera hacia los Estados Unidos de América, pero no siendo los únicos. México indica que esta medida no aplicará para personas que cuenten con visas a los E.E.U.U, Canadá, Australia, Japón, Reino Unido y espacio Schengen. De igual modo, estarán exentos los residentes en Canadá, Chile, Colombia, E.E.U.U, Japón y Reino Unido. El Perú tiene los mismos requisitos de cumplimiento.
El turismo está seriamente preocupado y los sistemas de Migraciones deben estar a la altura, ya que el Perú mantenía una exención para ciudadanos mexicanos desde 1995, a partir del Decreto Supremo N° 23-95-RE. El flujo de visitantes de turistas mexicanos al Perú según expresiones del Canciller, se indica que están entre 6000 y 7000 mexicanos ingresando al país por mes. En tanto, el representante de APAVIT considera que es una medida apropiada por parte de México, ya que se debe evitar exponer al Perú por malos visitantes, lo negativo como se señala al comienzo es el perjuicio en el turismo, existiendo un gran volumen de personas en la puerta de la embajada mexicana ya que la plataforma web se encuentra colapsada, y aquellos que cuentan con pasajes luego del 20 de abril deben tener visa.
Para ningún peruano es nuevo saber que las relaciones con México se mantienen tensas desde que el presidente mexicano optó en tomar una posición poco diplomática frente a la pésima gestión de Pedro Castillo, por ello los internacionalistas cuestionan esta posición ya que México y su actual presidente enfrentarán una nueva elección presidencial. La embajada de México en Perú se ha pronunciado indicando que la medida es netamente migratoria, ya que se ha «sobrepasado la expectativa de migración natural de ciudadanos peruanos», y buscarán medidas de disuasión para la migración irregular; Adolfo Zepeda (Jefe de Asuntos Políticos) al referirse a la Alianza del Pacífico la circulación de bienes y personas, pero «el bloque regional no cuenta con ningún marco jurídico vinculatorio que obligue al establecimiento o liberación de las visas», y el Embajador ha confirmado la flexibilidad que tendrán las aerolíneas en el cambio de vuelos, debido a esta medida.